¿Y si «en tiempos remotos», empero tan actuales, llamaran a don Quijote para liberar al pueblo oprimido de la ínsula Tristiania? ¿Portugal, la península ibérica... el mundo? Es lo que ocurre en la obra que, traducida ahora al castellano, incluimos en esta colección. Carlos Selvagem, escritor portugués, nos dio, en el Portugal de 1943, esta recreación quijotesca tan de nuestros días: una última aventura del caballero manchego, con una Dulcinea reinventada.
Su representación en el más importante Teatro Nacional, en 1944, contó con la más señalada producción plástica y musical. Tuvo escenografía y vestuario de Almada Negreiros, figura clave y multifacética del siglo xx artístico portugués, y composiciones del español Ernesto Halffter, entonces desterrado en Lisboa, quien, más tarde, las transformaría en la conocida suite «Dulcinée».
Con toda su identidad original, don Quijote se convierte aquí en un mesías que asume el mito del Encubierto portugués, el rey don Sebastián, en una riquísima y compleja obra teatral que funde en escena a personajes de ambos imaginarios y ocupa un lugar destacado y único en el conocido corpus literario y ensayístico de la «sebastianización» del personaje cervantino.
Desde su admiración por el teatro español del Siglo de Oro, Carlos Selvagem lo homenajeó y actualizó, con matices del modernismo simbolista de comienzos del siglo xx, en «La última aventura de don Quijote». Escrita en el contexto histórico-político de las dictaduras ibéricas y de la II Guerra Mundial, la obra es una sátira de los gobiernos corruptos y de los tiranos y, en contrapunto dramático, elegía de los más inaplazables valores humanistas, como la libertad y la justicia. Es, sin duda, la más elaborada recreación teatral del Quijote en el vasto espacio de la lengua portuguesa.